Al iniciar un nuevo año, quisiera que dirigiéramos nuestra meditación al inicio y al final de los libros escritos por Lucas, el médico amado. Al comenzar el Evangelio según Lucas, nos encontramos con un sacerdote mudo, Zacarías, quien quedó mudo debido a su incredulidad. Cuán bello es llegar al final del Evangelio y ver al Señor Jesús ascendiendo con sus manos alzadas para bendecir, las cuales siguen alzadas por nosotros en el cielo, dispuesto a bendecir a los suyos. Su obra consumada en la cruz, su resurrección, y sus manos alzadas para bendecir, cambian por completo la escena: de un sacerdote mudo a varios sacerdotes espirituales “alabando y bendiciendo a Dios” (v. 53).

El Libro de los Hechos, escrito por Lucas, comienza con el Señor enviando a los suyos a ser sus testigos “en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”, y la promesa del Espíritu Santo. Al final del libro, encontramos otra declaración poderosa: “Pablo permaneció… predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento” (Hch. 28:30–31).

Queridos lectores, al comenzar un nuevo año, meditemos en estos hechos grandiosos que siguen siendo ciertos. Somos sacerdotes santos y reales; el Señor está con sus manos alzadas para bendecir a los suyos; somos sus testigos y hemos recibido el Espíritu Santo para tal tarea; la obra de Dios avanza abiertamente y sin impedimento.

En línea con esta meditación, damos gracias al Señor por permitir una nueva edición del devocional El Señor Está Cerca, el cual tiene el objetivo de animar, consolar y dirigir nuestras miradas a Aquel que está en los cielos. Sin embargo, este devocional no debe ser utilizado para reemplazar el estudio regular de la Palabra de Dios, sino como un suplemento para alcanzar ese objetivo.

Este nuevo año estrenamos un nuevo diseño y formato, el cual está pensado en ayudar al lector visualmente. Esperamos que sea de utilidad para quienes disfrutan estas meditaciones cada año, y aquellos que lo leen por primera vez. Nuestra oración es que Él utilice este material para su propia gloria y la bendición de aquellos que lo leen.