El Señor Está Cerca 2025 Calendar

Levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Lucas 15:20

El hijo pródigo (5)—El amor de Dios

El padre mostró amor y compasión hacia su hijo antes de que este pronunciara la confesión que tenía preparada. Abrazó y besó a su hijo, a pesar de sus ropas desgastadas y el olor a cerdo que tenía. ¡Qué escena tan conmovedora!

Muchas personas tienen una comprensión equivocada de Dios, a menudo debido a una teología errónea, a nuestros corazones enemistados, o una mezcla de ambas cosas. Cuando Satanás se acercó a nuestros primeros padres, él cuestionó el amor de Dios, sugiriendo que si Dios realmente los amaba, no les habría ocultado nada: “Sabe Dios que el día que comáis de él… seréis como Dios” (véase Gn. 3:3–6). Escucharon a la serpiente, que básicamente insinuaba que Dios no los amaba. Desde entonces, la humanidad se ha alejado de Dios, y nuestros corazones se retraen ante él.

Sin embargo, la Biblia afirma que mientras nosotros éramos pecadores, Cristo murió por nosotros; el amor de Dios se nos reveló mediante el sacrificio expiatorio de Cristo (véase Ro. 5:8; 1 Jn. 4:9, 10). ¡Qué desafío resulta aceptar esto para el corazón humano, incluso para los creyentes! Alguien dijo una vez que «la raíz de todos nuestros problemas, seamos pecadores o santos, es la falta de fe en el amor de Dios hacia nosotros». En la historia del hijo pródigo, este gran amor y gracia de Dios hacia los pecadores se ilustra en el abrazo del padre a su hijo, quien no se retrajo ante las sucias vestimentas del pródigo. Aquellos que aquel día estaban escuchando la parábola seguramente quedaron asombrados en silencio; de hecho, no leemos que hayan vuelto a hablar en todo el capítulo. Es asombroso que el padre del hijo pródigo lo interrumpido a la mitad de su discurso, no permitiéndole mencionar su propuesta de convertirse en un jornalero (vv. 21–22). La condición de hijo era su posición por gracia, ¡y es la nuestra también!

Brian Reynolds
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